jueves, 31 de mayo de 2012

TAREA 2



EL PENSAMIENTO CRITICO
El pensamiento crítico es una actitud intelectual que se propone analizar o evaluar la estructura y consistencia de los razonamientos, en particular las opiniones o afirmaciones que en la vida cotidiana suelen aceptarse como verdaderas. También se define, desde un punto de vista práctico, como un proceso mediante el cual se usa el conocimiento y la inteligencia para llegar, de forma efectiva, a la posición más razonable y justificada sobre un tema, y en la cual se procura identificar y superar las numerosas barreras u obstáculos que introducen los prejuicios o sesgos.
Tal evaluación puede basarse en la observación, en la experiencia, en el razonamiento o en el método científico. El pensamiento crítico se basa en valores intelectuales que tratan de ir más allá de las impresiones y opiniones particulares, por lo que requiere claridad, exactitud, precisión, evidencia y equidad. Tiene por tanto una vertiente analítica y otra evaluativa. Aunque emplea la lógica, intenta superar el aspecto formal de esta para poder entender y evaluar los argumentos en su contexto y dotar de herramientas intelectuales para distinguir lo razonable de lo no razonable, lo verdadero de lo falso.
El pensamiento crítico se encuentra muy ligado al escepticismo científico y al estudio y detección de las falacias.
La teoría acerca del pensamiento crítico trata sobre cómo se debería usar la inteligencia y el conocimiento para alcanzar puntos de vista más racionales y objetivos con los datos que se poseen. Opiniones y creencias basadas en un razonamiento crítico pueden estar mejor cimentadas comparadas con las formuladas a través de procesos menos racionales. Al mismo tiempo, los buenos pensadores críticos suelen estar mejor equipados para tomar decisiones y resolver problemas, en comparación con quienes carecen de esta habilidad aprendida.
En teoría, para poder ser un buen pensador crítico se deberían seguir y desarrollar los siguientes cinco pasos, que serán desarrollados:
             Paso 1: Adoptar la actitud de un pensador crítico.
             Paso 2: Reconocer y evitar las barreras y sesgos cognitivos principales (véase la lista de prejuicios cognitivos).
             Paso 3: Identificar y caracterizar argumentos.
             Paso 4: Evaluar las fuentes de información. Véase Argumentan ad verecundia.
             Paso 5: Evaluar los argumentos.
Habilidades cognitivas del pensamiento crítico
1-Interpretación: se debe comprender y expresar, destacando claramente relevancias y significado de ideas, datos, juicios, eventos, expresiones, etc.
2-Análisis: se refiere a reconocer las intenciones reales o ficticias de conceptos, ideas, descripciones. También debe reconocer las ideas o propósitos ocultos de algún texto, argumento, noticia, etc.
3-Evaluación: valora la credibilidad del autor, orador, medio de comunicación, etc. Compara fortalezas y débiles de las fuentes y se arma de evidencias para determinar el grado de credibilidad que poseen.
4-Inferencias: Es identificar los puntos importantes, destacarlos, evaluarlos, desmenuzarlos y a partir de eso, llegar a conclusiones razonables.
5-Explicación: Esta habilidad permitirá la información clara, precisa, reflexiva y coherente. Es la forma como el razonamiento se presenta como argumentó.
6-Metacognición: También llamada auto regulación. Es la habilidad cognitiva que permite que los buenos pensadores críticos se examinen y se hagan una autocorrección.
Paso 1: Adoptar la actitud de un pensador crítico
El primer paso para llegar a ser un hábil y diestro pensador crítico es desarrollar una actitud que permita la entrada de más información y permita detenerse a pensar. Estas actitudes señalan las siguientes características:

Características
1) mente abierta
2) dudas sanas
3) humildad intelectual
4) libertad de pensamiento
5) una alta motivación

Las primeras dos características pueden parecer contradictorias, pero no lo son. La persona que desee aprender a pensar críticamente debe desear investigar puntos de vista diferentes por su propia iniciativa, pero al mismo tiempo reconocer cuándo dudar de los méritos de sus propias investigaciones. No debería ser ni dogmático ni doctrinal ni ortodoxo ni ingenuo ni crédulo. Se trata de examinar el mayor número de ideas y puntos de vista diferentes; darle la oportunidad de ser escuchadas hasta el fondo y luego razonar cuáles son los puntos buenos y malos de cada uno de los lados. Aceptar el hecho de que es posible equivocarse; una vez los argumentos estén sobre la mesa y mantener el objetivo
Paso 2: Reconocer y evitar las barreras o prejuicios del pensamiento crítico
Cada día el individuo se ve expuesto a variables que bloquean su habilidad para pensar con claridad, precisión y equidad. Algunas de estas barreras surgen de las limitaciones humanas naturales e inintencionadas, mientras otras están claramente calculadas y manipuladas. Algunas son obvias, pero la mayor parte de ellas son sutiles y capciosas. Sin embargo, después de estar armado con la actitud apropiada del primer paso, el pensador crítico tiene ahora que entender cómo reconocer y evitar (al menos mitigar) la máscara de engaño o embaucamiento que se tiene en la vida diaria.
Paso 3: Identificar y caracterizar los argumentos
En el centro de todo pensador crítico reside la habilidad de reconocer, construir y evaluar argumentos. La palabra argumento puede ser desorientadora para algunos. No significa polemizar, reñir o discrepar, incluso aunque la palabra sea usada con frecuencia informalmente en ese contexto. En el contexto del pensador crítico, un argumento significa presentar una razón que soporte, respalde o apoye una conclusión, es decir:
ARGUMENTO= RAZON + CONCLUSION
Ejemplo de un argumento:

Ejemplos
No creas en Pedro
Porque
él es un político
Conclusión
Indicador de razón
Razón

Él es peligroso
ya que
viene de un país problemático
Conclusión
Indicador de razón
Razón

Él es pobre
por eso
nunca ha salido del pueblo
Razón
Indicador de conclusión
Conclusión

Debe haber una o más razones y una o más conclusiones en cada argumento. Dependiendo del uso y el contexto, decir razón es sinónimo de decir: premisa, evidencia, datos, proposiciones, pruebas y verificaciones. Y, también según su uso y el contexto, decir conclusiones es también decir acciones, veredictos, afirmaciones, sentencias y opiniones.
En general, hay tres tipos de indicadores.
Paso 4: Evaluar las fuentes de información
La mayor parte de los argumentos hacen referencia a datos para sostener sus conclusiones. Pero un argumento es tan fuerte como lo son las fuentes o datos a los que se refiere. Si los hechos que sostienen un argumento son erróneos, entonces el argumento será también erróneo. Un pensador crítico deberá aproximarse lógicamente a la evaluación de validez de los datos. Al margen de las propias y personales experiencias, los hechos suelen recibirse a través de fuentes de información como los testimonios visuales de otras personas o personas que dicen ser expertas. Estas fuentes suelen aparecer citadas en los medios o publicadas en libros.
En una sociedad donde el entretenimiento y la diversión se han convertido en los fines a largo plazo, suele ser muy difícil encontrar información sin sesgo u objetiva respecto a un tema. Por ejemplo, los medios de masa han encontrado una forma de expresión que se vende muy bien y es el ¿y si?, es decir, se atreven a aventurar situaciones hipotéticas sin pruebas o sin ningún tipo de dato no con la intención de mostrar los datos realmente probables, sino porque dicha situación sería de gran interés emocional (respecto a sus necesidades humanas básicas) para el público, bien por la conmoción posible, bien por la alevosía, el entusiasmo o la gracia que provoca. Por ejemplo. ¿y si el presidente hizo algo horrible?, ¿y si el secretario estaba realizando algún acto criminal?.
Paso 5: Evaluación de los argumentos
El último paso para el razonamiento crítico, es la evaluación de los argumentos, este es por sí mismo un proceso de tres pasos para determinar si:
1.            Las presunciones, conjeturas, supuestos o asunciones están garantizadas
2.            El razonamiento llevado a cabo es relevante y suficiente
3.            Existe información que ha sido omitida
Asunciones: Las asunciones o suposiciones son esencialmente razones implícitas en un argumento que son garantizadas como verdaderas. Usando el argumento anterior de ejemplo, "No creas en Pedro porque él es un político". La suposición implícita es que los políticos no pueden ser creídos. El primer paso para evaluar los argumentos es determinar si éstos son suposiciones o conjeturas y si dichas asunciones están garantizadas o no.
Razonamiento: El segundo paso para evaluar los argumentos es evaluar o tasar la relevancia y suficiencia de un razonamiento o evidencia para soportar la conclusión de un argumento. Es útil pensar en la relevancia como una medida de calidad del razonamiento y la suficiencia como una medida de la cantidad de razonamiento llevada a cabo. Los buenos argumentos deberían tener ambas, calidad (ser relevante) y cantidad (ser suficiente).
Omisión: Un argumento convincente es aquel que está completo, es decir, en el que está presente todas las evidencias o razonamientos relevantes y no solo las evidencias que apoyen el argumento en una determinada dirección. Argumentos que omiten pruebas relevantes pueden parecer más fuertes de lo que realmente son. Este es el paso final para la evaluación de los argumentos es tratar de determinar si evidencias o pruebas importantes han sido omitidas o eliminadas. Algunas veces esto pasa sin intención o descuido o ignorancia, pero con demasiada frecuencia es un acto intencionado.
Como docentes los que demos ejemplo y hagamos una simulación de un posible debate, ya que somos como un espejo en nuestros alumnos. Todo lo que hagamos o digamos va a ser luego la imagen que tengan ellos de nosotros.
Como ya he dicho antes, lo más importante al utilizar el pensamiento crítico, es emplear un tema que sea del interés o del agrado de niños y niñas ya que de lo contrario no participarán en el debate entre ellos y esperarán a que abandonemos esa práctica porque les aburre y no les atrae nada. Además la utilización de técnicas de evaluación grupal entre alumnos como puede ser una rúbrica permite una mayor implicación y observación en el trascurso del debate, en el cuál los profesores tenemos que quedarnos en un segundo plano para conseguir que nuestros alumnos piensen que están entre ellos y puedan defender sus posturas libremente.
Hay que recordar que el pensamiento crítico viene recogido dentro de los “Logros indispensables para los estudiantes del Siglo XXI”, como la competencia del pensamiento crítico y la solución de problemas que incluyen:
             Ejercer un razonamiento completo para la comprensión.
             Tomar decisiones y realizar escogencias complejas.
             Entender la interconexión entre sistemas.
             Identificar y formular preguntas significativas que aclaren varios puntos de vista y conduzcan a mejores soluciones.
             Enmarcar, analizar y sintetizar información con el objeto de solucionar problemas y responder preguntas.
IDEAS BASICAS DE CADA AUTOR:
Ideas básicas de Gagné (1987), su teoría insiste en la primacía del aprendizaje cognitivo, por su aplicabilidad a la enseñanza y ofrece esquemas formales que pueden servir no solo para orientar la práctica y la investigación. Sin embargo Gagné concibe el aprendizaje como cambio de conducta y da importancia a los resultados inmediatos, olvidando los definitivos resultados que aparecen después de un largo proceso de aprendizaje. Su teoría exige definir los objetivos en términos de conductas observables, de objetivos operativos donde se presenten resultados, procesos y condiciones, presenta 5 tipos de aprendizajes, habilidades intelectuales, estrategias cognitivas, información verbal, destrezas motoras y actitudes.  
  Su teoría pretende ofrecer fundamentos que guíen al profesor en la planificación de su instrucción. Aprendizaje e instrucción, para él, son dos dimensiones de una misma teoría pues ambas, dice, se pueden estudiar conjuntamente. Trata de proporcionar pautas de trabajo para la selección y ordenación de los contenidos y las estrategias de enseñanza para los diseñadores de programas.                                        
Ideas básicas de David Ausubel. En los documentos de la reforma educativa encontramos alusiones tanto explícitas como implícitas al aprendizaje significativo, que se opone al aprendizaje mecánico, memorístico, repetitivo.
La teoría cognitiva del aprendizaje propuesta por Ausubel (1976) se centra en el aprendizaje que se produce en un contexto educativo en donde predominan los procesos de instrucción, esto es, los procesos de enseñanza-aprendizaje de conceptos científicos a partir de los conceptos formados en la vida cotidiana.   
Piaget y Vygotsky. Se pueden incluir como fuentes o precursores de lo que hoy llamamos psicología cognitiva y también pueden ser considerados como constructivistas en tanto son precursores de estas teorías contemporáneas.
Ideas básicas de Jean Piaget. Su pensamiento es la base en que se asienta el aprendizaje y consiste en el conjunto de mecanismos que el organismo pone en movimiento para adaptarse al medio ambiente.
Su trabajo ha permitido conocer el desarrollo del conocimiento del niño y del adolescente y reconoce la importancia del afecto y la emoción en la conformación de la personalidad y el desarrollo cognoscitivo.
La explicación de la interacción entre sujeto y ambiente a través de los procesos de adaptación y acomodación de los individuos al objeto o hecho del mundo, así como los de asimilación (modificación o construcción) del objeto tienen particular importancia para la organización de contenidos, el diseño y utilización de materiales en el aula. El mundo existe en relación con el individuo, tiene significado sólo en cuanto es asimilado por el individuo en un esquema.                                                                                   
Para Vigotsky el aprendizaje organizado se convierte en desarrollo mental, muchos de sus niveles no serían alcanzados sin su concurso, esto es, el del saber cultural (mediado). Se desprende de esto la naturaleza social-cultural de los procesos psicológicos superiores, ya que dependen en su origen y desarrollo inicial de la intervención de adultos y de la instrucción.
Es indudable que Vigotsky hizo mucho y dijo más…Lo importante en su concepción, considero yo, es el sentido cultural que adquiere su visión del proceso enseñanza-aprendizaje, lo que posibilita sus discernimientos y aprehensiones profundas en torno a la educación y a la necesidad de pensar la subjetividad humana en su especificidad social, en el devenir intersubjetivo, en la comunicación humana.
Mario Kaplún (2002) [14], apoyado en las formas de apropiación de la realidad de Freire, plantea algunas ideas para conocer la concepción de la educación que subyace en las prácticas de nuestra comunicación. Propone tres modelos de educación, los dos primeros son profundamente conductistas y el tercero plantea la posibilidad de revalorar el proceso de crecimiento individual en el trabajo colectivo.
 El primero hace énfasis en los contenidos, su objetivo es: Que el educando aprenda. Los resultados: el educando repite, memoriza y olvida, no asimila, pues no hay participación personal. Se identifica con los modelos conductistas.
La comunicación en este modelo es la transmisión de información: un Emisor que envía su mensaje a un receptor. Es la transmisión de información, ideas, emociones, habilidades, etc., es comunicación unidireccional.
El segundo hace énfasis en los efectos, identificado con las propuestas de los teóricos cognoscitivistas, donde se propugna por el cambio de conductas con la llamada ingeniería del comportamiento  que modela la conducta de las personas de acuerdo a los objetivos establecidos a priori. Su objetivo es que el educando haga, que ejecute lo que previamente se diseñó, nunca como participación consciente y crítica, sino como repetición ordenada.

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